Existen muchas opiniones sobre el pan blanco, algunas con fundamento y otras en cambio producto de comentarios sin ninguna base demostrable.
En Bellsolà somos firmes defensores del pan blanco y más si se trata de pan bueno y de calidad obtenido de las mejores materias primas y con un proceso de elaboración donde se cuida hasta el más mínimo detalle. Por eso a continuación queremos mostrarle las razones por las cuales un consumo de este producto tan tradicional se vuelve indispensable en la realización de una dieta sana y equilibrada, y desmontar así algunas falsas leyendas entorno al pan blanco.
En primer lugar, uno de los mitos establecidos en la sociedad contemporánea es el de que el pan engorda, por lo tanto debe ser eliminado de nuestra dieta. Pues bien, como todos los alimentos, un consumo excesivo es perjudicial para nuestro organismo, pero consumido con moderación es un alimento necesario para nuestro día a día. Las recomendaciones de la OMS sobre el consumo de pan se cifran en 250g/día, y una ración equivale a unos 40-60 gramos de pan.
A través del pan ingerimos diversos nutrientes que contribuyen a mantener nuestro organismo y bienestar y llevar una dieta equilibrada. Según un informe de la asociación “Pan Cada Día”, el Pan Blanco es una gran fuente de hidratos de carbono por la gran cantidad de almidón, esto nos aporta una fuente de energía rápida, especialmente recomendado para los más pequeños o para aquellos que vayan a llevar una actividad física o mental importante.
Se recomienda que para una dieta equilibrada, al menos un 50% de las calorías ingeridas provengan de hidratos de carbono, consumiendo al menos entre 5 o 6 raciones diarias, de las cuales la asociación “Pan Cada Día” y sus especialistas recomiendan incluir el pan en cada una de las comidas que realizamos para contribuir a cubrir estas necesidades nutricionales.
A su vez, el pan blanco contiene vitaminas hidrosolubles del grupo B, de las que algunos de sus beneficios son transformar los alimentos en energía (B1), mantener sanas piel, uñas y cabello (B2), ayudar a la buena circulación de la sangre (B3) o metabolizar las proteínas (B6).
El pan blanco también es fuente de minerales como el fósforo o el calcio, encargado de mantener unos huesos fuertes, así como ayudar a la coagulación de la sangre.
En definitiva existen numerosos beneficios del pan, pero para acabar de desmentir el mito de que el pan engorda le ofrecemos un último dato. El contenido graso del pan es prácticamente insignificante, de cada 100 gramos de pan blanco tan sólo 1 gramo es contenido graso, por lo que es ideal para aportar los hidratos de carbono necesarios en nuestra dieta con la mínima ingesta de grasa.
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